María Emilia Cañiza de Rojas, quien hizo un Doctorado en Educación en la Universidad de Navarra, España, a través del Programa Nacional de Becas “Carlos Antonio López” (BECAL) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), sueña con formar parte de un equipo que apueste por la elaboración e implementación “real de políticas públicas”, cuyo eje central radique en la mejora de la educación paraguaya.

Al respecto, indica que se refiere a políticas que toquen terreno, que diagnostiquen situaciones reales, y que aborden las problemáticas con criterio y compromiso. “No podemos seguir elaborando documentos y proyectos sin dejar los escritorios. Debemos buscar profundizar nuestro conocimiento sobre la realidad educativa actual y actuar en consecuencia, conformando equipos comprometidos de docentes que busquen apostar y apoyar una educación mejor para los niños y jóvenes del Paraguay. Sin formación y sin compromiso no podremos avanzar, a pesar de contar con múltiples profesionales formados en diferentes áreas tanto aquí como en el exterior. La formación es clave, pero así también lo debe ser el compromiso y la acción”, sostiene.

Al hablar sobre su familia, comenta que sus padres no pudieron acceder a una formación universitaria. Agrega que su padre sí cuenta con formación técnica y es, hasta hoy, un técnico electricista profesional que busca siempre mantenerse al tanto de las innovaciones en su ramo. “Es un increíble electricista y un genio de la innovación. Ambos se esforzaron enormemente para que mis hermanos y yo recibamos la mejor educación posible y completar diferentes carreras universitarias. Nuestros títulos universitarios y nuestro exitoso desempeño profesional en diferentes áreas son el homenaje y agradecimiento profundo al esfuerzo y sacrificio de nuestros padres”, resalta.

María Emilia dice que su primer gran sueño, el de ser profesora, pudo cumplirlo al culminar exitosamente, y con calificaciones excelentes, las carreras de Profesorado Superior Bilingüe en Inglés y la Licenciatura en Ciencias de la Educación, ambas cursadas y completadas en la Universidad Católica de Asunción (con beca completa por tener 5 absoluto). Ya con años de experiencia profesional en instituciones educativas y por el rol que desempeñaba en las mismas, culminó un Máster en Gestión y Dirección de Entidades Educativas, también en la Universidad Católica de Asunción.

“Mis roles y prácticas cotidianas, laboral y profesionalmente, se enriquecieron con este nuevo logro. Ya dentro del ámbito académico-educativo, descubrí a BECAL y las posibilidades ilimitadas que ofrecía. El compartir y conversar, tanto con becarios y los mismos funcionarios de BECAL, me inspiraron y animaron, con 36 años de edad, y con el apoyo y el acompañamiento de mi esposo y mis dos hijos, a cumplir un nuevo sueño: estudiar y culminar un doctorado en el exterior y en una prestigiosa universidad de primer nivel. Un sueño imposible de cumplir por nuestras posibilidades económicamente hablando y que BECAL pudo hacer realidad”, añade.

Señala que su formación profesional se vio más que enriquecida al sumar una experiencia única en el área de la investigación y el acceso a propuestas innovadoras y acordes a los nuevos desafíos que presenta la educación. Gracias a BECAL, y con el objetivo de seguir formándose en lo académico, especialmente en la línea de investigación y ampliar sus posibilidades profesionales y laborales, accedió y culminó exitosamente el Doctorado en Educación.

Refiere que este nuevo logro ha sido fundamental para que pueda, hoy, seguir contribuyendo y aportar al mejoramiento de nuestra educación ya con un enfoque y una base reforzada en lo científico, investigativo y pedagógico. “Ese era mi objetivo. Y a partir de ello, poder contribuir a la mejora de la educación paraguaya desde la ciencia, la investigación y el criterio pedagógico basado en Ciencia”, apunta.

Sobre su experiencia académica en el exterior, María Emilia menciona que fue extraordinaria y enriquecedora más que nada gracias al acceso a una universidad de primer nivel, con profesores con formación internacional a nivel académico, investigativo y científico. El acompañamiento incansable de sus tutores: el Dr. Ángel Sobrino Morrás, Vicedecano de Ordenación Académica de la Universidad de Navarra y la Dra. Sara Ibarrola García, profesora e investigadora de la Universidad de Navarra, es, hasta hoy, fuente de inspiración y ánimo en el difícil camino que se transita en la educación.

“Ángel y Sara, grandes maestros, siguen hasta hoy compartiendo conmigo experiencias y consejos, pero ya como grandes amigos. De ellos aprendí la disciplina, el amor por la sabiduría, a escribir científicamente y a anhelar aún más el conocimiento como una manera de salir adelante y crecer profesionalmente”, acota.

Manifiesta que este posgrado de excelente nivel y contenido internacional, posibilitó profundizar sus conocimientos en el área de la investigación formal y de complemento, pulir sus habilidades de redacción científica, tanto en español como en inglés.

“Ver un artículo de mi autoría redactado en lengua inglesa y publicado en una de las revistas más influyentes del área, ha sido la culminación perfecta de mi formación académica. Debo enfatizar, que esta experiencia marcó profundamente y para siempre mi vida profesional. De ser una profesional de la educación, apasionada por los centros educativos, pasé a descubrir el fascinante mundo académico, el mundo de la ciencia, y de la investigación rigurosa. El doctorado me permitió un nuevo crecimiento, uno más profundo, adquirir más disciplina y nuevos hábitos que me animan a seguir aprendiendo y formarme”, asevera.

Sobre su trabajo en la Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos Docente de la Universidad Jesuita del Paraguay (OMAPA), resalta que hoy es otro sueño hecho realidad. A través de OMAPA, y como Directora Ejecutiva, busca acompañar y fortalecer los múltiples programas y proyectos, siempre con la visión de una mejor educación en el Paraguay. Desde este espacio y como un desafío enorme, con mucha entrega e ilusión sigue en la búsqueda de concretar nuevos sueños, y brindar nuevos conocimientos y oportunidades a niños y jóvenes del país.

“Como soñadora incansable, la constante en mis sueños ha sido el poder contribuir y aportar significativamente al mejoramiento de la educación paraguaya. Las desigualdades sociales, en lo educativo y en lo laboral, siempre me interpelan y me impulsan a buscar maneras de aportar a la construcción de una sociedad más cívica, justa y equitativa, con derechos fundamentales accesibles a todos los ciudadanos, especialmente a los más carenciados”, asegura.

Con las Olimpiadas Nacionales de Matemáticas, las Olimpiadas Internacionales, el programa RePro para niños, y los talleres de Iniciación Científica para Jóvenes Talentos, además de otros, OMAPA busca generar oportunidades de crecimiento y aprendizajes en niños y jóvenes de todo el país. Todo esto con la mirada puesta en el mejoramiento de la calidad educativa del país.

“Puedo hoy afirmar con orgullo y de corazón, que he encontrado un espacio único para proseguir con mis sueños. Debo agregar que mi compromiso con OMAPA está a la par que otra de mis pasiones, la docencia universitaria. Hoy tengo a mi cargo diferentes cátedras en el área de la educación, como: Pedagogía, Currículum, Práctica Profesional, Planificación, en universidades como la Universidad Jesuita del Paraguay y la Universidad del Norte. Esto me permite tomar el pulso y ver de manera directa una realidad insoslayable, la necesidad de una formación más profunda y acorde a los nuevos desafíos que deben enfrentar nuestros futuros docentes”, sostiene.

María Emilia dice que haber sido becaria de BECAL es más que un orgullo y que haber accedido a un programa que a nivel nacional apuesta por la formación del talento humano es algo digno de reconocer y admirar. “BECAL me dio la oportunidad de aprender y formarme en un lugar de primer nivel. Me permitió aprender y crecer, y convertirme en la persona que soy hoy. BECAL es un programa digno de compartir en otros países del mundo como una propuesta innovadora que apuesta por el talento humano de su población”, destaca.

Finalmente, insta a futuros postulantes a que tengan en claro por qué quieren formarse, cuál es el objetivo de esa formación y que no estudien para acumular títulos o colgarlos en la pared, sino con propósito y metas claras y bien definidas. “Fórmense pensando en el futuro y desde una posición que les permita aportar y mejorar sus espacios y el país. El país invierte en nosotros a través de BECAL y lo menos que podemos hacer es retribuir esa formación desde la cotidianeidad, con un aporte significativo y de calidad para seguir creciendo y mejorando nuestra nación”, concluye.